"Esta es su segunda temporada al frente de Madrid Opina, una tertulia política que semana tras semana está en el punto de mira. La última polémica tuvo lugar el pasado martes, cuando el PSOE pidió que se suspendiera el programa por ocultar un supuesto debate encubierto al que los socialistas no acudieron a pesar de estar invitados.
¿Por qué el PSOE critica tanto a Madrid Opina?
En un principio fue parte de una estrategia en las elecciones autonómicas y ahora habíamos normalizado las relaciones. Eso sí, cuando el PSOE viene le gusta saber qué periodistas van a venir y si considera que no le gustan deciden no venir. El programa se defiende sólo, viéndolo. Cuando tienes la palabra durante dos horas para decir lo que quieras lo mejor que se puede hacer es venir y defender tus ideas.
Madrid Opina es el ejemplo de que la política en televisión también vende. ¿Cuál es la clave para que un programa de estas características tenga éxito?
Se hizo en un momento en el que no había un debate en prime time. Y ahora y te das cuenta de que hay gente para todo, que además de ver realities y películas quiere estar en la actualidad.
María Antonia Iglesias es una de las que más agarradas protagoniza en su programa. ¿Es tan fiera como parece?
Creo que es una persona más radical en su defensa de sus posturas políticas en la televisión que en su vida personal. Es una mujer bastante cariñosa con todo el mundo.
Cuando se producen estos enfrentamientos por parte de los contertulios, ¿usted lo pasa mal?
No, no lo paso mal (risas), porque todos los invitados me respetan. Sólo me he enfadado en dos ocasiones, seriamente, y en una de ellas (entre Jorge Vestrynge e Ignacio Villa) les invite a abandonar el plató. Yo siempre digo que la Educación para la Ciudadanía es demostrar que sabemos estar en un debate y ser educados, y mal ejemplo daremos si no sabemos comportarnos en televisión defendiendo nuestras ideas. Intento ser flexible porque creo que un moderador no debe ser protagonista y debe intentar, hasta el último segundo, que las cosas vayan por su cauce natural sin intervenir.
Entonces, ¿es de los que piensa que tiene que haber tensión, como dice Zapatero?
Más que la tensión, lo que es interesante en un plató es la intensidad con la que se vive un debate, la vehemencia y sobre todo la forma de argumentar. Este es un programa que cuando no se riñe y no se chilla tiene la misma audiencia o más que cuando ha habido una gran bronca. En un programa de política y debate lo principal son los argumentos, la bronca es lo accesorio y no siempre es buena para el programa.
¿Qué pasa en su programa durante la publicidad?
Muchas cosas (risas), es un mundo. Muchas veces sigue el debate porque no se dan cuenta de que se ha acabado. Unos se levantan y discuten, otros van a fumar, se piden disculpas. Incluso hay días que acaba el programa y nos dan las tantas porque siguen discutiendo e intercambiando opiniones.
¿Qué opina la nueva directora general de Telemadrid, Isabel Linares, del programa?
Nos ha dicho que le gusta y que es un espacio plural y entretenido. Lo ha apoyado hasta el punto de que seguimos en antena.
¿Le hubiera gustado ser uno de los elegidos para moderar uno de los dos cara a cara?
Por supuesto, pero sabía que era casi imposible porque a pesar de que demuestres que eres un profesional, hay gente del PSOE que te ha marcado y estaremos siempre marcados.
¿Qué le atrajo del proyecto de Madrid Opina para volver a la primera línea?
Que llevaba tiempo sin hacer lo que a mí me gustaba, que era periodismo en vivo y en directo y la oportunidad me la dio Telemadrid. A mí no han parado tanto por la calle para hacerme comentarios, ni siquiera cuando hacía el telediario, como ahora.
Ni me lo han propuesto, ni me lo van a proponer. Entre otras cosas, porque yo soy feliz haciendo Madrid Opina y porque creo que he cubierto una etapa en los informativos."
LARAZON.COM
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